miércoles, 19 de mayo de 2010

"Compramos casi 500 libros tratando de atender las sugerencias del usuario", dice Rosita López, bibliotecaria de la Pizzurno

Las bibliotecas populares del país realizaron la compra anual en la 36º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Los representantes viajaron los días 7, 8 y 9 de Mayo.
En la Asociación Biblioteca Popular "Pablo A. Pizzurno" nos recibieron Ana María Sapetti, integrante de la Comisión Directiva, ex bibliotecaria y Rosa López, bibliotecaria del turno mañana.
Cómodamente sentadas en un rincón de la Sala de Lectura, junto a varios grupos de estudiantes en las mesas, dialogamos acompañados del inconfundible olor de los libros nuevos.

MyL- Una vez más en la Feria del Libro, ¿qué días fueron? (Una profesora pide silencio a los chicos, advirtiendo que sus voces iban a filtrarse en nuestro grabador).

A.M.- La Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (Conabip) nos asigna, desde hace cinco años, dos o tres días porque ellos nos mandan dinero para adquirir libros y también para el viaje, la estadía, entonces tenemos que atenernos a eso, fuimos los días 7, 8 y 9 de Mayo. El día 7 había que acreditarse y estaba el acto. Desde hace unos años que se nombra a una persona: Amigo de las Bibliotecas Populares. Este año fue León Gieco, de hecho que un acto muy lindo; y los días siguientes, o sea el sábado y el domingo a la mañana abren pura y exclusivamente la Feria desde las 9 hasta las 14 para que las bibliotecas compremos a mitad de precio.

"Un taxista nos decía: 'Tanta cola, ¡cola para ver libros'".

MyL- ¿La compra fue numerosa?
R.L.- Compramos casi 500 libros, de todo tipo, trajimos material infantil, juvenil, libros de texto, libros para los docentes, novelas, el usuario venía nos hacía una sugerencia y nosotros con las otras bibliotecarias y la Comisión, veíamos qué se podía traer. Tratamos de cumplir y de satisfacer a todo el mundo.

MyL- ¿Solamente con el subsidio se realizó la compra?
A.M.- 125 libros se compraron con el subsidio. Porque uno ahí aprovecha esas obras más caras, y si están disponibles... Lo más chiquito, 315 más o menos, lo trajimos con el dinero que en el año vamos dejando para aprovechar esta circunnstancia. Hay más libros pero más chiquitos. En principio se compra lo que encontramos. Viste que la Feria dura tres fines de semana, en los días que nos asignan, por ahí muchos libros ya no se encuentran.

La trastienda del "acceder a la Feria"

"Lo interesante es ir -acota Ana María-, y cada año van más bibliotecas que reúnen los requisitos que Conabip impone. Este año eran 1.200 bibliotecas, yo creo que el año pasado no llegaban a mil, entonces vos lo notabas en la gente. A la vez se puede seguir comprando cuando entra el público, pero es un loquero, y uno ya no da más..."

MyL- En líneas generales, ¿cómo vieron la organización de la Feria?
R.L.- Por lo que me han comentado las chicas, algunas editoriales ha mejorado como por ejemplo Santillana, que este año, lo que vimos nosotros fue que agregaron dos cajas para el pago de los pedidos (realizados previamente por mail), en cambio, otras, como Kapelusz, fue de terror, porque tardamos 2:20 para pagar dos cajas de libros, entonces por ahí eso fue medio feito pero en aspectos generales fue todo muy lindo.

"Me acuerdo que un día caminé más de media cuadra detrás de Sábato, no le podía decir nada"
Años de Feria

MyL- Ana, ¿vos cuántas ferias hace que estás yendo?
A.M.- Esta es la número 36, pero yo calculo que 18 que voy. Empecé en el 81.
MyL- O sea que podés tener una visión de a través de los años...
A.M.-Claro, lo que pasa es que son momentos distintos, intereses de uno distintos. Por ejemplo, yo empecé a ir 81-82, en el 83 no quise ir porque ya había pasado lo de Malvinas, tenía una rebelión; fui a la del 84 pero era muy reciente: la democracia y la organización de la Feria. Las ferias del año 1985, 1986, 1987 fueron una explosión de libros, de gente, de cosas que salían ahí aparecieron las Madres de Plazo de Mayo, me acuerdo que un día caminé más de media cuadra detrás de Sábato, no le podía decir nada. Eran en principio editoriales, después se anexaron grandes librerías, embajadas, otros elementos, cuando empezó a surgir la computadora, van cambiando, no hay manera de comparar. También se hace la Feria del Libro Infantil en julio. Aparte el lugar, ahora cambió, se hace en la Rural que es más amplio, pero para mí era más acálido el otro. Y las colas... Un taxista nos decía: "Tanta gente, ¡cola para ver libros", era el último sábado.
Hace 5 0 6 años vamos juntos con otras bibliotecas, nos pasamos datos: "che, ese libro está allá", compartir enriquece.

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